Inspiración vs Concentración
En este año nuevo, regálate tiempo y espacio para que llegue la musa
El mito popular dice que lxs artistas se sientan a su mesa movidxs por una fuerza interna. Ese suspiro divino que llamamos inspiración.
Una vez tomados por ella producen, producen y producen hasta que llegan a un resultado increíble y es así como se gesta una obra de arte.
Lo que yo y tantos otros artistas hemos podido comprobar es que esa musa no viene tan seguido como una quisiera y si te sientas a esperarla, lo más probable es que no aparezca.
«Hay un concepto muy generalizado que supone al acto de la escritura como un mero hecho de la inspiración, de tal manera que el escritor resulta ser un elegido, alguien que ha nacido tocado por la varita mágica y que es capaz de llamar a la musa para que le dicte su obra. El mito de la inspiración le ha quitado a la escritura, como a cualquier otro arte, el sentido de oficio, de trabajo, de esfuerzo. Nadie puede escribir de la nada.» - Ma. Cristina Alonso.
En este mundo moderno en el que todxs padecemos de déficit atencional, vengo a rescatar el poder de la concentración, por sobre el de la inspiración.
Existen dos tipos de agendas: La del creador y la del gestor.
Aunque muchxs quisiéramos tener la del creador, la mayoría de las veces terminamos con la del gestor: Alguien que salta de un lado a otro en reuniones, atendiendo llamadas, respondiendo whatsapps y, básicamente, entregándole todo su tiempo a los demás.
La agenda creadora, por su parte, es todo lo contrario: Concentra bloques de tiempo dedicados enteramente a su práctica creativa.
En estos espacios las distracciones no tienen lugar. Haya o no inspiración de por medio, la creadora o creador cumple su trabajo con seriedad. Nada es más importante que dedicarse a todo lo que implica dejar fluir tu pasión.
“La energía correctamente aplicada puede lograrlo todo”.- Nellie Bly
Al contrario de la creencia popular, no servimos para hacer múltiples tareas a la vez. Más bien, lo que pasa cuando nos ponemos en esa es que terminamos distrayéndonos, resultando en menor productividad y calidad al querer completar las tareas a mano.
Entenderás entonces que al momento de trabajar, en lo que sea que hayas elegido, lo más eficiente es llegar a ese elusivo estado de flow creativo que nuestro cerebro tan diligentemente es capaz de proveernos - si le damos el espacio para ello, claro.
A menudo, decimos que nos encantaría completar cierto proyecto pero simplemente no tenemos el tiempo. ¿Y es que acaso crees que todxs lxs artistas son unxs desocupadxs?
Te cuento que cuando escribió La Metamorfosis, Kafka trabajaba también en una agencia de seguros y Audre Lorde era bibilotecaria al tiempo que hacía espacio para escribir poesía.
Vamos, que si puedes dedicar 8 horas de tu día, 5 días a la semana para hacer crecer el sueño de otra persona, ciertamente puedes encontrar la manera de dedicar una hora cada tanto para alimentar el tuyo propio ¿O no?
Digamos que tienes un gran proyecto en mente o simplemente hace rato que quieres aprender a hacer cerámica, pero no te has puesto a ello porque no hay tiempo.
Voy a ser bien clara y es que todxs, y me refiero en serio a todxs, tenemos derecho a explorar esos lados de nosotrxs que no tienen que ver con producir capital, sino con nuestra felicidad personal.
¿Cómo encontrar el tiempo para que la inspiración aparezca?
Volvamos a la agenda del creador, esa que aparta bloques de tiempo específicos e inamovibles a alimentar el instinto creativo que te mueve por dentro.
Elige un lugar, consigue los materiales necesarios y adapta tu espacio a tus necesidades. Tu reunión más importante, a partir de ahora, es contigo mismx y tu poder creativo.
Pon el teléfono en silencio y dile a quien pregunte que estás ocupadx.
Aquí será mejor olvidarse del equilibrio, alternando entre extremos de concentración máxima cuando toque trabajar y descanso máximo cuando toca descansar.
Esto ,probará ser mucho más útil que ese estado extraño de distracción semi-productiva en el que muchxs nos hemos acostumbrado a estar.
Aprovecha la técnica del bloqueo del tiempo, divide tu gran proyecto en pequeños pasos y enfócate en llevarlos a cabo uno a la vez.
O, simplemente, permítete disfrutar el proceso de jugar y aprender sin que nada, ni nadie, venga a interrumpir tan importantes tareas.
Recuerda, cómo pasamos nuestros días es como pasamos nuestras vidas.
¿Vas a dejar que se te siga pasando la vida sin intentar crear esa canción, escribir esa novela o aprender a pintar con acuarelas?
¿En serio quieres seguir siendo unx admiradorx, cuando sabes que en ti también está la capacidad de ser creadorx?
Más que entrar con las expectativas de generar una gran obra maestra a la primera, date tiempo y espacio para explorar, equivocarte, probar, descartar, editar, inventar e intentar de nuevo, pues solo así la inspiración llegará.
Que la energía del año nuevo te acompañe y la motivación nunca te falte - Y si se escapa, todo bien, esta carta quincenal seguirá llegando a tu buzón para continuar motivándote.