Salir del Bloqueo Creativo
Por qué nos bloqueamos y cómo intentar salir de ello
A menudo hablando sobre el proceso creativo caemos en el terrorífico hoyo negro de los bloqueos.
No te salen palabras, no te salen dibujos, no aparecen las ideas ni nada que se sienta como que valga la pena trabajar. El pozo de la inspiración se siente totalmente vacío.
Quienes vivimos de nuestra creatividad sabemos perfectamente cómo se siente, lo frustrantes que pueden llegar a ser y el susto que da cuando se prolongan más de lo normal. Pero este no se limita a los creadores - en realidad, hemos sido y siguen siendo demasiadas las personas en este mundo que viven en un constante estado de bloqueo creativo.
Cuando éramos niñxs, creábamos sin dudarlo mucho. Cuando adultxs, sin embargo, el sistema laboral y educativo hace de las suyas para automatizarnos y encerrarnos en procesos donde lo principal es seguir las normas, no proponer ideas demasiado innovadoras y atenerse a lo que el estándar clasifica como adecuado.
Si tienes un trabajo rutinario en el que la motivación y el pensamiento propio son más bien descalificados, la sensación de frustración y cansancio se vuelve parte del día a día.
¿Por qué? Pues porque lxs seres humanxs somos inherentemente creativos.
La verdad es que todxs tenemos la capacidad de vivir más creativamente, pero la vida nos ha enseñado a dudar de ello. Así, el desbloqueo creativo implica jugar y relajarnos más, antes que autoexigirnos a cumplir con cierto estándar.
Sentirse frustradx e incapaz de hacer cierta tarea creativa es algo perfectamente normal, nos pasa a todxs y forma parte natural del proceso. Lo importante es saber afrontar estos bloqueos y relajarnos un poco respecto a ellos, pues a menudo resultan siendo precursores de grandes avances.
Generalmente, la mejor manera de romper con el bloqueo creativo empieza por identificar cómo estás respondiendo ante este bloqueo, desde qué momento empezó o hacia dónde te está llevando.
Al analizar todo esto nos damos cuenta que existen distintos tipos de bloqueo y, por tanto, diversas maneras de vencerlos.
Estás pensando demasiado:
Digamos que estás dándole demasiadas vueltas al asunto. Te sientas a crear y tu mente empieza a decirte todas las maneras en las que no va a funcionar: Se parece mucho a lo que hace X o a lo que hiciste la otra vez, es aburrido, es muy simple, no tiene sentido, no te va a salir, blablabla…
En estos casos, tu críticx interior está hiperactivx y es mucho más fácil mantenerse en la zona de confort donde no haces nada, que enfrentarlo y mandarlo a la mi*rda.
Sientes demasiadas cosas:
No le ves sentido al acto de crear, es algo que no te está permitido o que se encuentra totalmente fuera de tu alcance. Te da miedo que lo que quieres hacer salga horrible, que la gente te ridiculice por hacerlo o que simplemente, ya llegaste a tu peak creativo e ir más allá de eso va a ser imposible. Por tanto, procrastinas, te pones excusas y al final, no haces nada.
Algún cambio o problema en tu vida se atravesó en el camino de tu práctica creativa:
En este tipo de bloqueo creativo te encuentras con algún asunto personal que no te está permitiendo crear. Quizás estás teniendo problemas en tus relaciones personales, tu salud no está bien o estás lidiando con un duelo, una mudanza o alguna situación muy estresante. Esta clase de cambios no solo alteran tu rutina y horarios, sino que además te traen estrés y te quitan la habilidad de mantenerte enfocadx.
Te sientes agobiadx:
Tienes tantas cosas que hacer, que la idea de sentarte a crear te abruma más aún. Esto pasa mucho cuando vives de tu creatividad. En el afán de llegar a fin de mes, o cumplir con una cierta cuota de trabajo, terminamos sobresaturándonos y esto, a la vez, nos deja en un estado de parálisis en el que, simplemente, no podemos hacer nada.
Tu rutina creativa no funciona (o no existe en absoluto):
En el newsletter anterior hablé acerca de cómo la inspiración debe de encontrarnos trabajando. En este tipo de bloqueo creativo, la rutina diaria que estás siguiendo es, precisamente, la que no te deja crear. Sientes que no tienes el tiempo, que estás demasiado agotadx, o te distraes con otras tareas.
Aunque sepas que para poner manos a la obra necesitas estar en solitario y lo suficientemente concentradx, tener hijxs, compañerxs de trabajo, amigxs u otras personas que estén constantemente demandando tu atención lo vuelve demasiado complicado.
Para cada bloqueo, una solución:
¿Estás pensado demasiado?
Primero tienes que salir de tu cabeza: Date una ducha, ve a algún lugar nuevo, elige trabajar fuera de tu estudio/oficina, pégate un paseo, lee un libro, mira una película inspiradora, sal a correr, haz una lista de ideas que aporten a tu proceso creativo. Elige una o todas a la vez.
¿Sientes muchas cosas?
En realidad, más que sentir muchas cosas lo que sientes posiblemente es miedo. Recuérdate a ti mismx por qué haces lo que haces ¿Qué es lo que tanto te gusta de tu práctica creativa? No creo que hayas empezado porque quisieras ser famosx o ganar mucho dinero, así que recuérdate: ¿Por qué?
En este proceso llegarás a recordar aquello que disfrutas de ella, la alegría que te da o lo bien que te hace sentir cierta parte de sí - si es dibujar de cierta manera o escribir cierto tipo de textos, regresa ahí.
Cuando nada de esto funcione tómate un descanso. Elige alguna tarea que no tenga que ver con crear, sino que más bien sea algo repetitivo que sí te guste hacer como cocinar algo rico, salir a correr o cuidar de un jardín.
Date permiso para jugar o hacer cosas feas. Si estás escribiendo una historia, imagínate como personaje dentro de esta o abre tu cuaderno y dibuja/escribe sin preocuparte por la técnica. Agarra la guitarra y prueba sonidos que no tengan sentido desde la teoría musical. Hazlo solo por jugar y no esperando un resultado en particular.
Ponte tareas y tiempos. Empieza por lo sencillo, como anotarte a algún tipo de reto o una clase. Evita los proyectos demasiado complicados y concéntrate en atender una tarea a la vez.
¿Algún cambio o problema está en el camino de tu proceso?
Si es un problema, intenta resolverlo. Habla con la amiga con la que discutiste, busca ayuda de alguna manera, o tómate un tiempo aparte para lidiar con ese duelo - todxs merecemos un tiempo para senitrnos mejor, simplemente, procura que este sea un tiempo determinado y no se convierta en una eternidad.
Recuerda, además, que la creatividad y el hacer pueden ser muy terapéuticos cuando estamos pasando por momentos difíciles. Utiliza el dolor que sientes o lo que pasó como combustible para crear. Sácalo de tu interior y ponlo ahí afuera de alguna manera que implique utilizar tu creatividad, sin tener que necesariamente mostrárselo a nadie - Esto será solo para ti.
La práctica creativa es, a menudo, un refugio de nuestros problemas y preocupaciones. Mírala como tal.
¿Te sientes agobiadx?
Si estás haciendo más de lo que eres capaz de manejar, entonces es hora de dejar algunas responsabilidades o tareas a un lado. Aprende a decir que no y dilo más seguido. Como ser humanx no estás diseñadx para hacerlo TODO y tampoco tienes ninguna razón verdadera para hacerlo.
Deshazte de aquello que ya no quieras o no puedas hacer. Cuestiónate la necesidad de asistir a esa reunión súper larga, o cocinar tu comida desde cero todos los días. Delega cuando puedas, relaja la presión que pones sobre ti mismx y recuerda pedir ayuda.
Recuerda también que para crear, hace falta saber descansar. Apaga el computador y el celular, desconéctate del mundo cada cierto tiempo y permítete relajarte de la manera que prefieras. Si puedes irte de viaje, genial, pero a veces simplemente una taza de té o algún tiempo para leer pueden ser suficientes.
Si tu rutina ya no está funcionando, o simplemente no existe:
¡Organízate mejor! Encuentra los momentos en los que te fluye más fácil la creatividad y organiza tu tiempo de acuerdo a ellos. Olvídate de esos tips que te dicen que tienes que levantarte a las 5am y trabajar hasta las 8am para que nadie te moleste - Si sientes que entras en el flow mucho más fácilmente en la noche o después de almuerzo ¡Hazte caso!
Una vez identificados tus tiempos personales, vuélvelos parte de tu horario y procura cumplir con ellos. Tener una rutina ayuda mucho a completar tus proyectos y crear hábitos que te impulsen a crear. Te cuento más sobre cómo hacerlo en estos posts:
Recuerda dormir lo suficiente y mantener una buena alimentación. Si estás demasiado cansadx o no has comido bien, simplemente no vas a poder rendir como quisieras. El cerebro consume demasiada energía.
Si sientes que estás siendo constamente interrumpidx, avísale a quienes te interrumpen que necesitas este tiempo aparte. Deja lo suficientemente claras tus necesidades y seguro que lxs demás serán capaces de entenderlas y respetarlas. (Y si no lo hacen, replantéate tu relación antes que tus propias necesidades, lo más seguro es que sean ellxs quienes no merezcan tu tiempo).
¿Te sirvieron estos tips? ¿Tienes algún otro que comentar?
Sería muy feliz si esto se convirtiera en un espacio de feedback mutuo